una de fantasmas...
Casi al oscurecer D y yo paseabamos a la gorgona intranquilamente, porque parecía no querer llegar al parque (uno de sus sitios favoritos). Llegamos al fin, y a lo lejos en el área de juegos, vimos como se columpiaban fuertemente al parecer niños, pero al encontrarnos de frente con los asientos cuál fue nuestra sorpresa:
no había nadie y dos de los columpios se balanceaban con una fuerza inusitada, mientras que los dos asientos restantes permanecian en una quietud absoluta
ñaca ñaca
volvimos a la casa y sólo asi la gorgona se calmó
...
no había nadie y dos de los columpios se balanceaban con una fuerza inusitada, mientras que los dos asientos restantes permanecian en una quietud absoluta
ñaca ñaca
volvimos a la casa y sólo asi la gorgona se calmó
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Comentarios
qué miedo
sobrevivieron
saludotes
Abrazos de ambos